Ha sido delicioso y el calor maternal ha sido lo mejor que nos ha pasado en los últimos años, por que quién tiene la fortuna de regresar como el hijo pródigo, que la tierra y los padres les abran los brazos?
Pero creo que ya estuvo, extraño mi vida alienada, de series de televisión y visitas al Target. Extraño mi vida silenciosa en la que no tenía que hacer cinco platillos elaborados para comer, extraño mi soledad acompañada de libros y películas.
En las casas en México, no hay silencio todo el mundo habla a gritos y al mismo tiempo, le pregunta a uno como siete veces lo que uno va a hacer, no me dejan ir sola pero ni a las tortillas, y es delicioso...Sin embargo, hablando hoy con mi amiga, ella me decía que necesita ahorrar para comprarse una casa en la costa de Perú para tener a donde llegar cuando visitara su país, pues yo humildemente no pienso en un departamento en la playa, pienso sólo en un espacio donde no haya seres humanos como a un kilómetro a la redonda.
Estoy a punto de hacerme ermitaña como San Charbelito, que por cierto vi sus llaveros en el mercado el otro día...
¿Seré acaso mala persona cuando no quiero hablar con nadie no tener nada que ver con nadie?, ¿moriré sola y arrugada? esa es la pregunta.
3 comments:
Todos necesitamos nuestro espacio, lo malo seria lo contrario...
Seguro que tu amiga te invita a su depa en alguna playa peruana desierta...
No eres mala persona. Sólo mala conversadora, jejeje ntc!
Claro, la soledad condimentada con momentos de socialidad es magnífica. No eres mala persona ni ermitaña. sólo delimitas tu espacio.
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